Siempre me gustó ir a funerales. Es que de pequeña mi abuela me llevaba a cuanto sepelio conocido habia. Decia que le gustaba mas ir a un funeral que a un matrimonio, "porque los muertos se olvidan". Recuerdo que mi tata se colocaba su terno verde oscuro, su sombrero, y partia caminando a comprar una corona de flores. "Vamonos aca en la micro", le decia mi abuela, "no no no, yo me voy caminando no mas, alla las veo"... son unas 15 cuadras desde la casa a la iglesia, pero de alguna forma, el siempre llegaba antes que nosotros, y con las flores. Quizas por eso crecí sin tenerle miedo a la muerte ni a los cementerios. El lunes estaba arreglando a mi hija para su primer dia de clases... eran las 13:03 cuando la señora Margarita, quien cuidaba a mi abuelita, me aviso que ella habia partido. Estaba solo con mis niños, le habia dicho a mi nana que se fuera mas temprano, porque no iba a salir. Senti que el mundo se me venia encima. Queria llorar, gritar, desmayarme, salir corriendo, todo a la vez... pero estaban mis niños, mi hermana, y mi madre... mi madre... yo debia ir a avisarle.
Me contuve, llame a mi maridin y a mi hermana, quien afortunadamente estaba con su pololo... agarre mis niños y fui por ella. 10 minutos despues estaba junto a mi abuela. El doc dijo que murio de un paro cardiaco producto de sus enfermedades. Yo vesti a mi abuela. No me daba la impresion de haber muerto, sino de estar dormida. Me quede junto a ella, pidiendole que no me dejara, que su escencia permaneciera conmigo, que su fuerza y sus enseñanzas se quedaran en mi corazon... ahi estuve un buen par de horas, con ella de la mano, hasta que llego mi mamá de los tramites de rigor. Le pedí que la veláramos en la casa... en su casa, porque ella amaba esa casa... asi fue. La acompañe toda la noche, hasta que senti que me hecho a dormir a eso de las 5 am. Dormi un par de horas junto a mi mama en la cama de mi abuela. Estuve tranquila... hasta que llegue al cementerio. No pude mas. No podia creer que estuve ahi 2 dias antes y estaba solo mi tata... porque fui tan ciega de nuevo y no vi las señales que me avisaban de su partida, como no fui a verla ese dia, aunque no hubiera partido, ese dia era triste para ella, era el dia de la muerte de mi abuelo, como no pense en ella... A veces siento que le falle. Ella me amaba, confiaba en mi y yo le falle. Espero me perdone. Desde ayer mi pena es enorme. No me consuelo, las lagrimas no me dejan. No quiero que pasen los dias y la vida siga sin que nadie la recuerde, no quiero. Pero la vida sigue... solo no me pidan que la siga a su ritmo aun. Como me dijo el buen amigo Amereida, cuando uno tiene este dolor las palabras de consuelo no adquieren su real significado. A veces en momentos como estos uno necesita solo saber que hay alguien al otro lado que te quiere. Gracias por sus condolencias.
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